«Cuando las niñas vuelan alto» cuenta la historia de tres niñas. Pero podrían ser diez, o cien, o una, o tadas las niñas del planeta.
Adriana está segura de que será la mejor piloto del mundo. Jimena quiere ser una superescritora. Martina sueña con ser una gran violinista. Por suerte, el Señor SIQUIERESPUEDES es el que se ocupa de que no pierdan la ilusión. Para eso teje unas alas invisibles . Unas alas que no se ven pero que llevan todos los que tienen sueños por cumplir, aunque no lo sepan.
El problema empieza cuando entra en acción la Banda de NOLOCONSEGUIRÁS.
Primero aparece la perversa señora Belleza exterior. Adriana, Jimena y Martina, antes que ser piloto, escritora o violinista, tienen que ser altas y delgadas.
Luego entra en acción el señor Reflejos. Se encarga de poner a las niñas delante de unos espejos engañosos, que no reflejan su valía sino lo que él quiere.
En tercer lugar, se presenta el señor Desigualdad, cargado con su saco de «menos». Las niñas corren menos que los niños. Son menos fuertes. Saltan menos. Son menos valientes…