A Oso Patoso le encanta la miel y, como cada domingo, disfruta de un rato tranquilo comiéndosela. Pero el tarro de miel está vacío y él sigue con hambre. Por suerte, queda otro tarro en el estante. Pero justo a su lado está la pecera de Cachalote… Y Oso es muy patoso…
Se pone de puntillas y… ¡crac!. La pecera se le queda atascada en la cabeza ¡Qué desastre!
¿Conseguirá quitarse la pecera sin que el pobre Cachalote se quede sin agua?